Páginas Amarillas: no quiero vuestra guía

Acción promovida por Hannah Schildt

Cada año millones de guías telefónicas van de la puerta de tu casa al cubo de la basura. Pidamos a Páginas Amarillas que envíe guías sólo a quien las quiera.

Esta semana, al llegar a casa, me encontré en el portal con una pila enorme de guías telefónicas. Me he enterado de que cada año se distribuyen en España casi 30 millones de guías, entre Páginas Blancas y Páginas Amarillas. Aparecen en tu casa las quieras o no, y gran parte de ellas pasan directamente de la puerta de casa a la basura.

La producción, distribución y destrucción de todas esas guías que la gente no quiere suponen un daño innecesario para el medioambiente. La industria del papel supone cada año millones de metros cúbicos de emisiones de CO2, a lo que hay que añadir el enorme gasto de agua que supone la fabricación del papel.

Además, somos los contribuyentes los que pagamos la gestión de los residuos que suponen todas esas toneladas innecesarias de papel que acaban en la basura.

En Holanda, de donde vengo, se lanzó una campaña hace dos años que consiguió acabar de una vez por todas con este desperdicio: ahora sólo las personas que quieren reciben las guías.

Ahora podemos conseguirlo también aquí. Páginas Amarillas va a ponerse ya a trabajar en las guías del año que viene. Necesitamos que muchas personas les pidan que detengan este innecesario derroche, y el próximo año envíen las guías sólo a aquellas personas que las pidan.

¿Me ayudas?

Al firmar la petición estarás enviando esta carta

Destinatario: Ana Garcia Fau, CEO de Yell Publicidad

Estimada Sra. Garcia Fau:

Cada año en estas fechas mi portal se llena de pilas de Páginas Blancas y Páginas Amarillas. Estas guías acaban muchas veces en los cubos de basura y en los contenedores de reciclaje de mi barrio.

La producción y el envío de esos 30 millones de guías, que muy poca gente usa, supone un coste medioambiental innecesario. La industria de papel es una de las más contaminantes y si dejase de producirse aunque fuese la mitad de las guías evitaríamos la emisión de miles de toneladas de CO2.

Por si fuera poco, a los contribuyentes nos toca asumir el coste de la gestión de los residuos que suponen todas esas guías.

Estoy segura de que Yell está tan preocupada por el medioambiente como yo y por eso le pido su colaboración para acabar con este innecesario derroche.

Solicito que establezcan para el próximo año un nuevo sistema de distribución para las Páginas Blancas y Amarillas como el que ya existen en muchos otros países, de forma que sólo las reciban aquellas personas que las quieran y utilicen.

Atentamente,